En cierto blog hay una entrada exclusiva para mí... hoy lo recordé.

Abrió y cerró muchas veces este espacio con la intención de llenar una página tras otra... pero la inspiración se fue... y los artículos por revisar, por publicar, por enviar; las prisas por ir y volver, por llegar, por salir, dejaron hojas vacías... hay recuerdos que no se van.

 Tenemos ahora otra eternidad.

Ya hay flores de cempazúchitl en el mercado...

De amistad... o algo parecido

 Un día descubres que al parecer casi todo lo que haces le molesta a la persona que dijo amarte (un concepto en el que siempre he creído que entra la aceptación).

Y ocurre así: un comentario sobre tu incapacidad para guardar silencio, otro sobre esa forma “tan fría” de decir lo que piensas, uno más - con la peor intención- sobre tus relaciones anteriores (esas que tú dejaste en el pasado ya no recuerdas hace cuántos meses... ¿o años ya?, pero que por alguna razón otros no pueden olvidar); amargos, amargos comentarios sobre tu forma de ser, de estar, de actuar… de vivir.
Ella no entiende esa forma de querer... cuando "soportar" al otro implica un gran esfuerzo es mejor no estar.

Creo que no te quiero, que solamente quiero la imposibilidad tan obvia de quererte...

Uno de esos días

Hoy es uno de esos días en los que despierto con el alma desolada... Ayer el verso de una canción fue suficiente para desencadenar una ola de recuerdos que aún duelen, aunque la mayor parte del tiempo no sea consciente de ello. No sé cuántos días (o meses) son suficientes para sufrir ciertas ausencias... para olvidar.

Cuando salga el sol.

Las musas

huyeron.